CAPITULO I
La horma de mi zapato se adapta a mi pie sin conjeturas. Mi pie se desliza sin titubeos. No hablamos; sentimos y nos entendemos. Caminar, correr, trotar, saltar a la pata coja. Schoinobates (griego) en una cuerda floja. Esta insoportable levedad del pie va latiendo cada vez más fuerte. Bum, bum; bum, bum....preparados,listos, ya.
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